Herramientas como ChatGPT o Gemini aceleran la producción de ideas y borradores. Pero, usadas sin método, producen textos planos, genéricos o, peor, imprecisos. La diferencia no está en la herramienta, sino en cómo la usas. Por eso veremos 5 errores comunes al usar la IA para crear contenido.

La inteligencia artificial sirve para acelerar sin sacrificar calidad ni autenticidad. Bien integrada, te ayuda a:

  • Generar primeras versiones más rápido,
  • Explorar ángulos que no habías considerado,
  • Liberar tiempo para lo que importa: estrategia, curaduría y edición fina.

La regla de oro: la IA produce materia prima; el valor nace en la edición y el criterio humanos.

5 errores al usar la IA para crear contenidos

Si vas a generar contenidos mediante la inteligencia artificial evita estos errores comunes.

Error #1 — Confiar ciegamente en el primer resultado

Qué pasa: Copias y pegas la primera salida. El texto suena correcto, pero no a tu marca. Esto puede ser un problema porque pierdes voz, te vuelves indistinguible y aumentas el riesgo de inexactitudes.

Cómo evitarlo (check rápido):

  • Pide 3 variaciones con tonos distintos (técnico, cercano, ejecutivo) y elige la base.
  • Reescribe la introducción y el cierre con tu voz.
  • Pasa el texto por un filtro de estilo: palabras que tu marca nunca usa / palabras que siempre usa.

Mini ejemplo (antes → después):

  • Antes: “La transformación digital es clave para el éxito.”
  • Después (con voz): “Digitalizar no es una moda: es el mínimo para competir sin apagar incendios cada semana.”

Error #2 — No dar contexto ni propósito al prompt

Qué pasa: Le pides “un post sobre X” y obtienes un resumen escolar. Sin contexto la IA no sabe a quién le estás hablando, por lo tanto, puede generar un texto sin audiencia, objetivo y tono, porque la inteligencia artificial rellena con generalidades.

Cómo evitarlo (brief de 6 líneas que sí funciona):

  1. Audiencia: “Directores de RH en empresas 100–500”
  2. Objetivo: “Descarga de checklist”
  3. Ángulo: “Menos burnout, más productividad medible”
  4. Tono: “Profesional, claro, cero tecnicismos”
  5. Estructura: “Hook, 3 bullets con beneficio, CTA”
  6. No incluir: “Jergas, promesas grandilocuentes”

Prompt útil:

  • “Escribe un post para [audiencia] con objetivo [X], tono [Y], estructura [Z]. Evita [lista]. Incluye ejemplo práctico y CTA suave.”

Error #3 — Creer que “más contenido” es mejor que “buen contenido”

Qué pasa: publicas mucho, mides poco. Cuando apuestas por el volumen sin intención se diluye tu marca y se agota a la audiencia.

Cómo evitarlo: curaduría > cantidad

  • Define 3 temas pilares y qué NO vas a publicar.
  • Exige a cada pieza un único objetivo (awareness, leads, retención).
  • Recicla con intención: 1 artículo → 1 carrusel → 1 newsletter snippet → 2 shorts (no al revés).

Aquí una regla práctica

  • Si una pieza no aporta un insight, un proceso o una decisión, no se publica.

Error #4 — No verificar datos ni sesgos (alucinaciones y citas dudosas)

Qué pasa: la IA “suena” segura, pero puede inventar cifras, fuentes o conclusiones. Y aquí sí estás ante un riesgo reputacional, pérdida de confianza y posibles implicaciones legales.

Cómo evitarlo (triple candado):

  1. Hechos críticos: valida en 2 fuentes fiables.
  2. Citas y estadísticas: pide a la IA que enumere las fuentes y luego revísalas tú.
  3. Sesgos: pregunta explícitamente: “¿Qué sesgos podría tener esta recomendación para [audiencia]?”

Prompt de control:

  • “Reescribe el texto marcando cualquier dato dudoso con [VERIFICAR]. Sugiere 2 fuentes primarias para cada cifra.”

Error #5 — Publicar igual en todos los formatos y canales

Qué pasa: usas el mismo párrafo en blog, LinkedIn e Instagram. Recuerda que cada canal tiene expectativas distintas de duración, ritmo y visual.

Cómo evitarlo (adaptación por canal):

  • Blog: H2/H3 claros, ejemplos y enlaces internos.
  • LinkedIn: hook contundente + 3–5 bullets + CTA de conversación.
  • Instagram: idea central + microhistoria + llamado a guardar o compartir.
  • Newsletter: contexto breve + link a lectura ampliada + “por qué te importa”.

Plantilla de reutilización (30 min):

  • Esqueleto maestro (título, tesis, 3 ideas).
  • Ajusta longitud (200, 600, 1,200 palabras).
  • Cambia CTA según funnel (descargar, comentar, agendar demo).
  • Añade visual específico (gráfico, check-list, mini-infografía).

Si defines contexto, supervisas datos, curas el mensaje y adaptas formatos, la IA deja de producir “texto correcto” y empieza a generar comunicación con impacto.

Regla final: primero la estrategia, luego el prompt, después la edición humana. En ese orden.